Se hizo justicia. La cantante Megan Thee Stallion le ha ganado la partida a su expareja, el rapero Tory Lanez, tras meses de mucho miedo, lucha y deliberaciones.
El canadiense ha sido declarado culpable por un tribunal de Los Ángeles por dispararle a la cantante durante una discusión de pareja que mantuvieron en el mes de julio del año 2020, tras una cena con Kylie Jenner. Tory Lanez, Daystar Peterson por su nombre real, ha sido declarado culpable con tres cargos distintos: delito grave de descarga negligente de un arma de fuego, agresión con un arma semiautomática y de llevar un arma no declarada.
El rapero, de 30 años, quien se declaró a sí mismo inocente y no testificó en el juicio, fue encarcelado inmediatamente después del veredicto, y se enfrenta a más de 20 años de prisión, según varios medios estadounidenses.
La sentencia se pronunciará el 27 de enero. En Estados Unidos, este caso ha sido muy seguido, y ha servido como símbolo de reivindicación del trato a las mujeres en el mundo del hip hop. Los hechos sucedieron en julio de 2020, y tiene su origen en una discusión después de cenar con Kylie Jenner, la miembro más joven del clan Kardashian, y pareja del también rapero Travis Scott.
Tal y como contó la intérprete de WAP y Beautiful Mistakes, ambos se dirigían a su coche acompañados por la asistente personal de ella. Entonces estalló una fuerte pelea entre ambos. Frente al jurado, Megan, quien colaboró con Beyoncé en la canción Savage Remix y ganó tres premios Grammy en 2021, describió su horror cuando Tory Lanez le disparó en los pies. "Me quedé en shock. Tuve miedo. Escuché los disparos y no lo podía creer", decía la artista. Para encubrir el incidente, Tory Lanez le ofreció "un millón de dólares".
Según la fiscal que ha atendido el caso, Kathy Ta, el enfrentamiento se produjo por el "ego dañado" de Tory. El canadiense se mostró irritado "porque Megan tenía más éxito que él", decía en su acusación. "Tenía un ego desmesurado y no soportaba que le faltaran el respeto", insiMestió la fiscal. Por otro lado, el abogado del rapero, George Mgdesyan, redujo el caso a "una cuestión de celos". Según él, fue la asistente personal de Megan Thee Stallion quien disparó a la cantante.